Encontré mi razón de tanto planear por la dualidad, encontré mi centro con tanta contradicción, se rompieron imágenes que unieron estas dos caras de mi luna, me volví taciturna, pero llena de mi misma por mirar desde mi corazón, encontré en él la claridad de ver desde otro lugar, donde reside la gran razón de que todo llegue según tu interior.. y todo cayó..
Ya no habían paisajes oscuros y lares de luz, ya no había un mejor ni un peor, ya no habían ojos temblorosos ni rostros que lo decían todo, ya no habían abrazos ni rechazos, ya no cabían los disfraces ni las verdades, ya no habían ni buenos ni culpables, ni ganarse ni perdonarse, ni ocultarse ni mostrarse.. sólo un infinito cuadro de tonos infinitos, dónde conectar con ellos desde distintos sitios.. tocar el punto que un día conocí, dónde encontrar todas las gamas que pintan la totalidad.. que dibujan ese lugar, donde romper con la dualidad y tocar con la verdad..
Porque toqué la unidad por cruzar estas líneas opuestas que encontraron un mismo centro, por ver que todo está en todos los momentos, saber que habrán mil motivos por vivir y por querer morir, para liberarse y enredarse, por enfadarse o sonrojarse, por sentir o por huir, y yo elegí, formar parte de todo, y con ello, sentir el mundo, sentir mi alma, encontrar esa línea delgada donde conecta el todo con la nada.. encontrar en ello mis formas, conocer mis contornos, dibujar las líneas que conectan y nacen con mi interior, encontrar mi centro y el todo desde mi corazón..
Y así, fue como pude abrazar por primera vez el mundo.
